Diversidad Sexual
La plasticidad sexual
Sexualidad construida.
Cuando nos enteramos que en Tailandia a los gays con actitud masculina les llamaban Khings (reyes) no pudimos evitar relacionarlo con las reinas, que es una de las maneras de llamar a los gays muy femeninos y con aires de grandeza. Detrás de este sencillo y común acto de relacionar está una de las formas que tenemos de conocer, clasificar y construirnos. Los niños tienen cola, las niñas tienen concha, los niños llevan calzoncillos y las niñas bragas. Los hombres son una cosa y las mujeres son otra. Y esto, que era así casi por imperativo divino no explica lo que vemos en cuanto salimos a la calle. ¿Cómo explicarlo? mediante el enfoque de la plasticidad sexual.
La forma habitual de categorizar, útil para algunas cosas y épocas, fracasa estrepitosamente cuando hablamos de la diversidad sexual que vemos, que es inexplicable con este sistema maniqueo, que excluye a las personas que no encajan en ninguna de las dos categorías. Es imposible entender completamente la realidad sin superar el tradicional esquema hombre – mujer y sus derivados, en este momento en el que vivimos la explosión cámbrica de la diversidad sexual. Hay personas de todos los colores y sabores, y en muchas ocasiones, con cambios en el tiempo y sin fronteras claramente definidas.
Gays masculinos y lesbianas femeninas
Con la ilustración Khing de la serie gay slang, traemos a colación un tipo de gay de aparición bien reciente, un hombre homosexual con actitud masculina, que tiene su equivalente para las lesbianas con su lipstick lesbian (lesbiana de lápiz de labios), una mujer homosexual con actitud femenina. El desarrollo de los derechos y libertades individuales y la consecuente independencia económica tiene como resultado la superación de asociaciones como marica-mujer y bollera-hombre. Antes de esto, la dependencia de la familia y del entorno hacía que la homosexualidad con pluma fuera la única visible, creando así, el estereotipo, la categoría y el referente. La sociedad patriarcal no sólo establece qué es un hombre y qué es una mujer, sino que también establece qué es un gay y qué es una lesbiana, sus características y sus funciones.
Patriarcado, homosexualidad y transgénero.
A partir de los dos sexos mayoritarios y obvios, el masculino y el femenino, nuestra especie ha intentado dotar de estructura y coherencia a las diferentes manifestaciones de la diversidad sexual, por ejemplo, atribuyendo características femeninas a los gays (mariquita) y masculinas a las lesbianas (marimacho), cambiando el género de las personas según las necesidades, como es el caso de los Muxes de México y las Vírgenes Juradas de Albania, o transformando el cuerpo, como el caso de los gays en Irán, obligados al cambio de sexo en un intento de que todo encaje con la idea de lo que es un hombre o una mujer.
Otras manifestaciones de la sexualidad flexible serían, el aumento del comportamiento homosexual en situaciones en las que las relaciones sexuales con personas del sexo opuesto están restringidas, como es el caso de las cárceles o también de sociedades en las que el sexo es muy difícil fuera del matrimonio. Todos estos procesos tienen su equivalente en otras especies animales como es el cambio funcional en las en las larvas de hormiga, producido mediante feromonas, según las necesidades del hormiguero, el cambio de sexo en peces y moluscos, o la adopción monoparental por patos macho cuando el entorno es adverso. Todo esto es posible por la plasticidad sexual.
Plasticidad sexual.
De igual forma que el descubrimiento de la plasticidad cerebral (el cambio del cerebro debido al entorno, hasta entonces invariante) supuso un cambio y una revolución en la neurociencia, la plasticidad sexual supone un cambio de enfoque que permite entender todos hechos que ocurren y vemos, y que pone de manifiesto que la sexualidad ni está predeterminada ni puede clasificarse en unas pocas y estrechas categorías. Si tenemos un cerebro plástico ¿Por qué la sexualidad no había de ser plástica? La flexibilidad y la adaptabilidad son ventajas evolutivas de primer orden.
La diversidad sexual es una manifestación de la plasticidad sexual con la que todas las personas nacemos y que es la base sobre la que el entorno (la sociedad, el ambiente, la mente y la química), construye a cada individuo. La plasticidad sexual humana (y en general la de los seres vivos) pone de manifiesto la relatividad de conceptos como los de hombre y mujer, heterosexual y homosexual, que no son otra cosa que construcciones sociales, útiles en un momento, pero que debemos desaprender si queremos comprender quiénes somos, cómo somos y por qué.
Tag :Naturaleza, Plasticidad Sexual, Sexo, Sexualidad Comparada Y déjanos un comentario
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