Opinión
Orgullo LGBT Valencia 2019
Érase una vez una mujer joven y valiente llamada Margarita, que allá por 1460 dejó atrás su vida acomodada de hijo de notario en Mallorca, trasladándose a la ciudad de Valencia para vivir como la chica que sentía que era. El 28 de julio de aquel año murió ejecutada en la horca, en la Plaza del mercado, vestida de hombre y desnuda de cintura abajo. Su cadáver fue humillado por algunos asistentes antes de ser arrojado a una fosa común.
En 1970, Antonio Ruiz, un joven de 17 años de Xirivella, en cuanto lo tuvo claro, le contó a su madre que era homosexual. Ésta, muy disgustada, se lo confió a su tía, que a su vez se lo chivó a una monja que lo delató a la brigada criminal de la Policía Nacional. A las seis de la mañana, cuatro secretas lo detuvieron en su casa y así empezó su periplo de interrogatorios, palizas y violaciones, pasando por las prisiones de Carabanchel y la de homosexuales pasivos de Badajoz. Cuando fue puesto en libertad tres meses después, su vida había sido arruinada. No levantó cabeza hasta 1982.
Hace unas semanas, María, del área metropolitana de Valencia, entró a formar parte de ese 20% de niños y niñas valencianos en edad escolar que al sufrir acoso por homofobia, ha intentado suicidarse.
A pesar de lo terrible de cada caso, no se puede negar una tendencia positiva en cómo las diferentes sociedades han ido tratando a Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales. Y es buena porque personas como Margarita, Antonio y María han puesto su existencia al servicio de l@s demás. Margarida Borràs es hoy un referente al pensar que valía la pena morir si podría vivir siendo la mujer que era al menos un tiempo. Antonio hoy es una referencia ya que, aunque le quitaron los mejores años de su vida, vio la importancia de luchar incansablemente y fundar la Asociación de Ex-Presos Sociales. El tema de María debería remover conciencias, pues la mitad de los niños y niñas que sufren acoso homofóbico en nuestra comunidad no reciben ninguna ayuda por parte del profesorado, estudiantes o su familia.¡Basta ya!
Todo esto ha ocurrido mientras en el resto de la naturaleza la diversidad sexual no constituye un problema para ninguna especie animal o vegetal. Comportamiento homosexual, adopción homoparental, cambio de sexo, intersexualidad, son expresiones de esta sexualidad diversa que está presente en toda la Tierra y que supone un factor evolutivo de gran importancia. Así fue también en la humanidad hasta que recientemente, apenas unos miles de años, las cosas comenzaron a torcerse. Aunque parezca increíble, hubo un tiempo en que las sexualidades diversas no preocupaban a nadie, ni humano ni divino, pero a partir de un determinado momento, y poco a poco, el sexo sin fines procreativos cayó en desgracia y fue pasando por diferentes estatus: vicio, pecado, crimen y enfermedad, siendo hoy un derecho ya conseguido o por conseguir. Vamos a mejor porque la gente lucha.
Las primeras iniciativas en pro de la diversidad sexual se produjeron a finales del siglo 18 en Alemania, aunque la primera chispa que encendió este proceso de cambio social que vivimos hoy, se produjo en un bar de maricas, bolleras y travestis desterrados, que hart@s de soportar redadas de una policía corrupta y beber alcohol adulterado, dijeron hasta aquí hemos llegado y armaron la marimorena. Fueron las míticas revueltas de Stonewall en el Village de Nueva York ocurridas en 28 de junio de 1969. Al año siguiente empezaron las manifestaciones del LGBTI pride en unas cuantas ciudades de Estados Unidos, a las que se han ido sumando y anualmente se suman más y más localidades en todo el planeta. El verano pasado, sin ir más lejos, muchas poblaciones de la Comunidad Valenciana se unieron a la celebración del orgullo colgando banderas multicolor en la fachada de los ayuntamientos y haciendo desfiles, como es el caso de Cullera. Hacer visible y reivindicar la sexualidad diversa está consiguiendo cambios en las leyes y la transformación de la sociedad.
Toda esta lucha y reivindicación tiene un objetivo sencillo y legítimo: la felicidad. No es obcecación, no es ir contra nadie, no es quitar algo a los demás, es luchar para que todo el mundo pueda vivir plenamente y con libertad. Hay quienes dicen que una vez conseguidos los derechos tendrían que acabarse todas estas manifestaciones, que no hay necesidad de exhibir la sexualidad, que a ninguna persona le importa lo que hace el resto. No pueden equivocarse más.
Hoy en día, en 70 países la homosexualidad es ilegal, en 11 de ellos gais y lesbianas son condenadas a muerte y en muchas partes del mundo continúa existiendo la discriminación y legislaciones que limitan la libertad sexual de las personas. La intolerancia, los insultos, la violencia, la vergüenza y el miedo han formado y continúan formando parte de la vida de gays, lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales del planeta. Por esto vale la pena luchar.
Luchar hoy por la diversidad sexual ayuda a mantener la llama que se encendió en Stonewall hace ya 50 años y esparce su luz a todos los rincones del planeta. Lo que hacemos hoy aquí sin duda tiene efectos globales. Celebrar cada año el orgullo LGBTI da esperanza a todas aquellas personas que no lo pueden hacer. Trabajar por la sexualidad diversa consigue remover conciencias y la puesta en marcha de nuevas iniciativas en cualquier parte del mundo.
Y todas las luchas importan, las grandes, públicas y multitudinarias, pero también las pequeñas y anónimas, las del día a día. En casa, en el trabajo, en los centros educativos, en la calle, cualquier sitio es bueno para debatir, informar y apoyar a quien lo necesite. No odies, ama.
El próximo sábado 29 de junio recorreremos las calles del centro de para celebrar el orgullo LGBT Valencia 2019. En las mismas calles en las que se nos asesinaba pasearemos bebiendo cerveza rodeados de banderas, eslóganes y mucho color, y luego habrá discursos y fiesta en la Plaza del Ayuntamiento, un logro reciente (2016). Además, celebraremos que en 50 años hemos pasado de decenas a millones. No faltes, todavía no ha llegado el Reino de la Espiga, sigue valiendo la pena luchar por la diversidad sexual.
Vídeo del orgullo LGBT Valencia 2018
Tag :Diversidad Sexual, Historia, Homofobia, Homosexualidad Y déjanos un comentario
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