Opinión
El Proyecto Pilla Pilla y la perversión
Los tortuosos caminos del deseo.
Cuando el proyecto pilla pilla saltó a los medios me acordé de un documental que había tenido la suerte de poder ver “Call me Kuchu” (Llámame torcido), en el que se cuenta qué ocurre en Uganda con la diversidad sexual.
Como en otras ocasiones, las declaraciones fóbicas de sus mandatarios han creado un clima social que ha propiciado la publicación diaria en varios periódicos, y con gran éxito de público, fotografías con nombre, apellidos y dirección de personas anónimas y homosexuales.
Estos medios de comunicación apuntan, generan la diana, muestran el objetivo y después otros asesinan, como es el caso del activista gay David Kato, asesinado en 2011. La excusa social es que los gays secuestran a los chicos jóvenes y los pervierten. Lo mismo ocurre en Rusia y en otros países soviéticos, donde la falsa asociación entre maricas y pederastas está fuertemente arraigada.
Según esto, los gays son malos, abusan de los niños. Por eso la sociedad rusa consiente las actividades del grupo Occupy Pedofilyaj que se dedica a tender emboscadas a gays para maltratarlos, darles una paliza y, en ocasiones, asesinarlos. Todo esto con el correspondiente vídeo que suben a la red y sin consecuencias penales.
La secuela española de Occupy Pedofilyaj.
El mismo fenómeno ha llegado a España con el grupo, liderado por Mikola Zatkalnitsky, alias Ruski, un joven ucraniano afincado en Les Franqueses del Vallès (Barcelona), y su proyecto Pilla Pilla, que en las últimas semanas ha alcanzado cierta notoriedad en las redes, medios de comunicación y que la fiscalía está investigando. Tanto es así que Facebook y YouTube han cerrado páginas y eliminado vídeos de sus agresiones. Twitter, por cierto, no ha tomado cartas en el asunto.
La excusa en este caso es la misma, evitar abusos sexuales a menores, y con este gran y loable objetivo han conseguido una gran cohorte de seguidores que, sin ver la homofobia que hay en el fondo, les alientan en la comisión de varios delitos que ya están siendo investigados por las fuerzas de seguridad catalanas.
Este tipo de actividades deberían tener una rápida y contundente respuesta de las autoridades que son las encargadas de que se cumpla la ley, y no un grupo de ninis, niñatos y filonazis. En caso contrario se puede armar la marimorena, porque a diferencia de Rusia o Uganda, los maricas españoles no estamos acojonados.
Ninis
En este momento los acojonados parecen ser ellos, por un lado tenemos al líder de la secta, un nini hedonista con posibles, porque según dicen sus acólitos, se dedica a vivir bien, practicar esquí, hípica, a pasar muchas horas en el gimnasio y también en los chats, que ellos mismos consideran foros de degenerados y fracasados, proponiendo sexo a hombres mayores. El Ruski debe pasárselo muy bien poniendo calientes a los demás con su cuerpo y su labia. Pero lo que más se la pone dura es ir a la caza de maricas, para lo que necesita ir acompañado.
Por eso, por otro lado, tenemos a sus amigos de correrías, asustados por las amenazas de grupos antifascistas o por vídeos como el de Anonymous diciéndoles que están en su punto de mira. Deberían estar más asustados por las consecuencias legales de sus actividades, ya que al Ruski, de igual forma que le permiten pasar los días tocándose los huevos y los bíceps, también le pueden pagar un buen abogado. El resto, probablemente no, pero no lo ven, embriagados como deben estar, de tanta fraternal masculinidad. Precísamente hoy 23 de diciembre han sido llevados ante el juez. Veremos en qué acaba la cosa.
El proyecto pilla pilla y su perversión.
Por último me gustaría hablar del proyecto pilla pilla desde la perspectiva de la perversión sexual y como una manifestación más de la diversidad sexual. Siempre que veo a este tipo de activos homófobos, veo maricas. Estamos hablando del heterogay. Estos hombres heterosexuales obsesionados con la homosexualidad. ¿Será la de los demás o será la propia? ¿Su lucha contra la homosexualidad no será en realidad luchar contra la de uno mismo?
¿Es o no perverso ser un muscoloso veinteañero y hacerse pasar por un joven de 16 años que propone, abiertamente relaciones sexuales a hombres adultos?
Los tortuosos caminos del deseo en ausencia de libertad, la perversión del Proyecto Pilla Pilla.
Each man kills the thing he loves – Fassbinder’s Querelle | (Todo hombre mata lo que ama – fragmento de la película Querelle)
Documental Call me Kuchu.
Tag :Homofobia, Homosexualidad, Rusia Y déjanos un comentario
¿Algo que decir?
Cuéntanos qué te parece este artículo, si bien, si mal, si piensas que somos idiotas o si nos ves en el infierno. Y si eres persona de pocas palabras, pero quieres hacer algo para mejorar la vida de la gente, ayúdanos a que circule…
Compártelo en tus redes!